Desde hace muchos años cada casa ilustre y familia noble de la Edad Media se hacía representar por una bandera, blasón o escudo de armas, con flores elegantes, etc. Dentro de estos escudos hay que destacar varios elementos importantes y entre ellos las flores. Pero es en una cantidad de aproximadamente un 5% de escudos de los que se encuentran reconocidos en Europa durante Edad Media en los que podemos encontrar alguna flor, o árbol. En ocasiones, podemos identificar esa flor, pero en otras ocasiones lo que tenemos es un árbol símbolo del conocimiento, de la vida y el mundo.
Quizá antes de empezar, sería interesante que conocierais los siguientes datos: En heráldica, sinople, sínople e incluso sinoble es la denominación del color verde. De entre los esmaltes heráldicos, pertenece al grupo de los colores, junto con los gules, el azur, el sable y el púrpura.
Surmontado. Este vocabulario en la actualidad se encuentra desusado (en heráldica) se define a un nombre utilizado en la antigüedad en el ámbito de blasón para definir a una pieza de tipo heráldica que contiene la otra encima puede ser un sotuer, banda, bordura o un escudo sin importar su forma o figura. Dicho esto, ¡vamos al lio!
Pero, ¿Por qué colgar un escudo en la fachada de tu casa? es todo cuestión de tradición. Aquí en cantidad de casas puedes ver un Eguzkilore colgado en la puerta. (Descubre por qué colgar un Eguzkilore en tu puerta) ¿Recuerdas mi artículo?
Comenzamos con los escudos y sus plantas. Tres escudos con la flor de lis y su significado. Podemos sacar un bonito ramo de flores elegantes, para regalar con esta flor. Lo que tienen en común estos tres escudos es la flor de lis.
ABADÍA: Aragonés, de las montañas de Jaca, desde donde pasó a Valencia, otros puntos de la Península, Italia y América.
Armas: “Escudo partido: 1º, de oro, un roble de sinople, resaltado de un lobo de sable, pasante al pie del tronco; 2º, de azar, cinco flores de lis de oro. Bordura componada de catorce piezas: siete de gules, cargadas de una flor de lis de oro y siete de plata, cargadas de un león de gules.”.
ACEBES: Apellido castellanoleonés, de la provincia de Soria, desde donde pasó a otros lugares de la Península.
Armas: “Escudo partido: 1º, de plata, un árbol de sinople, acostado de dos flores de lis de lo mismo, 2º de oro, cinco bandas de azur”.
AGUSTINA: Apellido de lugar de su nombre cercano a Ampuero, en Cantabria, donde radica su casa solar. Más tarde, una rama de esta familia, fundó nueva casa en el barrio de Landeras.
Armas: “Cuartelado: 1º, de sinople, una torre de plata; 2º, de gules, tres flores de lis de oro; 3º, de azur, tres estrellas de oro y 4º, de sinople, cinco hoces de plata, con el puño de oro, colocadas en sotuer”.
Flor de lis
Estas flores elegantes, también son conocidas con los nombres de Capa de Santiago, Flor de mayo, Amacayo de México, Pata de gallo y Cintul entre otros nombres. Es de la familia de los Lirios aztecas y su nombre científico es Sprekelia formosissima.
Se trata de una de las especies florales salvajes más llamativas de México desde la era del Imperio Azteca, hallándose con frecuencia en pastizales y pedregales.
Representa la belleza frágil y delicada, y la gracia de la naturaleza.
Flores elegantes y árboles elegantes en los escudos familiares.
Estos tres escudos que siguen ahora, tienen en común la encina.
ACERA: Apellido de origen castellanoleonés, con casa solar en Espinosa de los Monteros, en la provincia de Burgos.
Armas: De oro, una torre de piedra, acostada de dos encinas de sinople y resaltada de un perro pardo, atado a la puerta.
ADURRIAGA: Apellido vasco, de la anteiglesia de San Miguel de Ipáster, Marquina, en la provincia de Vizcaya.
Armas: De plata, una encina de sinople, resaltada, a los pies del tronco, de un venado de sable, con el cuello atravesado por una flecha.
AGUISARDO: Apellido de origen murciano, cuya expansión le llevó a las regiones de Aragón y Andalucía.
Armas: “De oro, una encina de sinople, acostada de un oso de sable, empinado al tronco”.
Encina
Se conoce también como Carrasca, Alsina, Chaparra y Encina con hojas de acebo entre otros. Su nombre científico es Quercus ilex.
El fruto de la encina son las bellotas y en España se utilizan para alimentar a los cerdos que producen los mejores jamones. La madera de la encina tiene una increíble resistencia a la putrefacción, aunque su extrema dureza la hacen difícil de trabajar. Se utiliza para arados, pilares y como leña. Su hoja coriácea, pinchuda simboliza dureza y tenacidad.
Flores elegantes y árboles en nuestros blasones.
En ocasiones los escudos tienen un bonito ramo de flores elegantes sencillo, un animal o un árbol, en esta ocasión será un precioso roble, el que consiga nuestra atención. En esta ocasión, podemos encontrar un bonito roble en nuestros siguientes escudos.
ADIÓN: Apellido gallego, de la provincia de Lugo, extendiéndose por toda la Península. Ramas suyas formaron nuevas casas en Alcalá de Henares, Cádiz y Cuenca.
Armas: “De azur, una torre almenada de plata, sobre unas peñas, acostada de dos robles de sinople, todo ello sobre ondas de agua de plata y azur, cargadas de dos cisnes de plata, afrontados. Bordura cosida de azur, cargada de ocho flores de lis de oro”.
ALGORA. Apellido castellanomanchego; de Masazulleque, en la provincia de Cuenca. A mediados del siglo XII Iñigo Algora participó, al lado del rey Alfonso VIII, en la conquista de Cuenca.
Armas: “Escudo partido: 1º, de oro, un roble de sinople; 2º, de plata, un áncora de navío, de sable. Bordura componada de ocho piezas; cuatro de gules, cargadas de un sotuer de oro, y cuatro de plata, cargadas de una estrella de azur”.
ANTÚNEZ: Apellido de origen portugués, que se estableció en España, formando dos casas solariegas: una en la parroquia de Peñamayor, en la provincia gallega de Lugo y la otra en Medellín, en la provincia extremeña de Badajoz.
Armas: “De plata, un roble de sinople, resaltado el tronco de un escudete de oro, cargado de dos fajas de gules”.
Roble
Con sus flores elegantes el roble es concocido también como Carballo y Roble pedunculado entre otros, su nombre científico es Quercus robur. Se trata de un árbol muy longevo que puede superar los 1.000 años. En la antigüedad se escribían las leyendas debajo de un roble. En los países escandinavos, se lo conoce como “árbol de las tormentas” porque representa al dios Thor. Su madera tiene un gran valor en la fabricación de toneles y barriles para vinos y licores. De igual modo, se utiliza en la construcción de barcos.
Simboliza la fuerza, la majestad, e incluso la inmortalidad por la dureza de su madera y hojas perennes.